"No tiene la verdadera paciencia aquel que no quiere sufrir sino lo que a él le agrada, y de parte de aquel que le agrada. El hombre verdaderamente paciente, no considera ni la dilación de los sufrimientos, ni la cualidad, ni la persona que le hace padecer" (Tomás de Kempis).
Deseando una virtuosa Señora trabajar más y más en su santificación, rogó a san Juan Crisóstomo, la indicase que es lo que debÃa hacer. El Santo le aconsejó, entre otras cosas, que tomase en su casa una persona enferma, y que tuviese de ella gran cuidado por el amor de Jesucristo, sufriendo con paciencia lo que padeciese en este ejercicio de caridad. Habiendo aceptado, el Santo le señaló una pobre viuda; la señora la tuvo en lugar de madre; pero la pobre viuda tenia mucha piedad y era de un corazón muy agradecido, pues no cesaba de dar gracias a su buena señora, que no estaba afligida, sino de que no tenÃa nada que sufrir por su parte. Quejóse de esto al Santo, quien le dijo: "yo os daré otra persona que os de ocasión de ejercitar vuestra paciencia". Esta era una mujer anciana que tenÃa un corazón más ingrato que se podÃa concebir. Le parecÃa que todo lo que se hacÃa por ella le era debido, y que jamás se hacia sino una parte de lo que se le debÃa hacer. Se la oÃa quejar a cada instante; y le aconteció aún muchas veces pagar los servicios que le hacÃa su bienhechora con injurias y ultrajes. La señora sufrió constantemente estas ruindades con una paciencia heroica, y habiéndose hallado un dÃa con el Santo, le dio las gracias y le dijo: «Vos me habéis dado lo que yo necesitaba.»
ORACIÓN. Dios mÃo, consiento el padecer todo el tiempo que os plazca, y todo lo que queráis, y de parte de todas las personas que queráis; infundid en mi corazón estas disposiciones si es que no se hallan en él, dignaos después conservarlas y tenerlas presentes."
Fuente: "Año feliz o santificado por la meditación de sentencias y ejemplos de los Santos para todos los dÃas del año", Ab. Jean-Baptiste Lasausse, 1858) - [Negrillas son nuestras.] / Imagen: 4175959 / Pixabay