Habiendo dado a elegir nuestro Señor a santa Catalina de Siena una de dos coronas, de las cuales la primera era de oro, y la segunda de espinas, ella eligió sin titubear la de espinas, y desde aquel momento tuvo tan grande amor a las aflicciones, que decía: «Nada hay más agradable para mí que las cruces. Si Dios me da a escoger el ir actualmente al paraíso, o vivir largo tiempo en la tierra para sufrir, escogeré el estar en este mundo; yo sé que no hay medio más seguro para adquirir el cielo que el padecer.»
ORACIÓN. Dios mío, no puedo ir al cielo sino por la humildad, la oración y la paciencia; concededme todas las gracias que necesito para llegar a ser humilde, para orar siempre de un modo que os sea agradable, para saber mortificarme en todas las cosas, y tener fortaleza para sufrir con paciencia y alegría."
Fuente: "Año feliz o santificado por la meditación de sentencias y ejemplos de los Santos para todos los días del año", Ab. Jean-Baptiste Lasausse, 1858) - [Negrillas son nuestras.] / Imagen: Saint Catherine of Siena, 17th century, Baldassare Franceschini, https://bit.ly/3cBL1HX