"Si alguno de vosotros necesita de sabiduría, pídasela a Dios, que la da abundantemente a todos, y no zahiere a nadie y se la dará. Pero pida con fe, y no vacilando en la confianza" (St 1,5)
"Considera, cual sea a condición que se requiere para alcanzar dicha sabiduría con toda seguridad. Es menester que se pida a Dios con piedad y con perseverancia. Con piedad; esto es, en virtud de las promesas que él nos ha hecho en sus divina Escrituras, que por eso dice el Apóstol, que pidamos en fe. Y con perseverancia; esto es, no dejando jamás de pedir, por más que nos parezca que no somos oídos: que por eso añade el Apóstol, no vacilando en la confianza. Lo que más te hace desistir en la oración, es ver que mucho tiempo hace que pides, y no alcanzas. No hagas tal. Antes ten por muy constante que alcanzarás: junta la confianza con la fe, y prosigue en pedir, sin vacilar en la confianza, y verás a lo último como se cumplen las divinas promesas".
Fuente: "Maná del Alma o Exercicio fácil y provechoso para quien desea darse de algún modo a la Oración" Parte 4. (1784), Padre Paolo Segneri / Imagen: Pixabay Gadini - CC0 Public Domain