"Sufrirá con paciencia por algún tiempo, y después se le restituirá el regocijo" (Eccl.I.v,29)
"Considera, que por mucho tiempo que sea lo que padeces, no has de desmayar, porque no padecerás siempre, sino hasta cierto tiempo. Acabarán las tentaciones, acabarán las asperezas, acabarán las adversidades, las humillaciones, y después se seguirá una bienaventuranza eterna. Considera, que no debes cuidarte de regocijarte ahora, supuesto que no es este tú tiempo: ten por bien de aguardar que este tiempo llegue. ¿No ves tú que tal esta un árbol en el invierno? Desnudo, pobre, cubierto de nieve, vil, y desconocido, sin que haya nadie que quiera verle. Pero aguarda un poco, y verás. ¡O qué bella pompa de hojas! ¡Qué riqueza de flores! ¡Que regalo, y delicadeza frutos! Lo mismo será de ti. Aguarda un poco, hasta que venga tu tiempo: ahora sufre con paciencia, que este es el invierno tuyo. (...) Ahora no es tiempo de regocijos, sino de penas. Entiende bien esta verdad, que es enseñada no menos que por boca del mismo Cristo. Mientras vivís en este mundo (dijo Él a los suyos) no es tiempo sino de padecer persecuciones, y fatigas. Considera, que los gozos que sucederán después, serán a proporción, y medida de lo que ahora padecieres, y por eso si bien lo reparas, se llama eso restitución. Tanto el Señor te volverá, y restituirá de regocijo, y deleite, cuanto le habrás tu en esta vida sacrificado. Porque según la medida de los dolores de tu corazón, serán después las consolaciones con se bañara tu alma. ¿Qué, acaso no te fías de Él? Mira que bien puedes con toda seguridad; porque es un deudor puntualísimo en pagar, y aun te volverá mucho más de lo que le hubieres dado. Bástate saber que se te dará en paga a sí mismo."
Fuente: "Maná del Alma o Exercicio fácil y provechoso para quien desea darse de algún modo a la Oración" Parte 4, Diciembre, Día XXIII, año 1784, Padre Paolo Segneri / Imagen: Nevit Dilmen - Licensed under CC BY-SA 3.0
