"Atendí, y escuche, y no hallé nadie que hiciese penitencia de su pecado, diciendo, ¿qué es lo que hice? (Jr 8:6)
"Considera, que ahora a lo que los hombres hacen, ahora escuches lo que hablan, y lo que dicen, hallarás entre ellos poquísimos penitentes. Muchos son los que quieren hacer penitencia; pero muy pocos los que la hacen, porque nunca se saben resolver de veras. Guardanlo para la hora de la muerte, y después inopinadamente ven frustrados sus designios. ¿De qué te puede aprovechar a la ejecución? El infierno está lleno de los que quisieron hacer penitencia, y no la hicieron. (...) Considera, que la causa por que nadie hace penitencia, es, porque nadie dice: ¿Qué es lo que he hecho? Como sería posible que no te deshicieses en amargo llanto, si entendieses bien lo que hiciste cuando pecaste. ¿Tú ofender a un Dios tan bueno? ¿Al que te ha criado, al que te ha conservado, al que te ha redimido? ¿Tú por lograr un vilísimo deleite, no reparar en tan grandes males como te ocasionaste? ¿Privarte de su gracia? ¿Privarte de su gloria? ¿Tú condenarte a ser esclavo eterno de Satanás? (...) ¿Pero es acaso que tu no piensas en ello?."
Fuente: "Maná del Alma o Exercicio fácil y provechoso para quien desea darse de algún modo a la Oración" Parte 1, Febrero, Día III, año 1702, Padre Paolo Segneri / Imagen: Tormod Sandtorv
