No Inquietarse por las Cosas de esta Vida - La Fe Cristiana

No Inquietarse por las Cosas de esta Vida



«No os inquietéis»: no quiere decir Jesucristo que no trabajemos, ni miremos adelante, sino solamente, que nuestro espíritu no se altere, ni agite.

«La vida es más que el mantenimiento, y el cuerpo más que el vestido» Dios, que os ha dado la vida, y ha formado vuestro cuerpo, antes que pudieseis vosotros cuidar de uno, y otro, os dará todo lo demás. ¿Quién hace lo más, no hará lo menos?

«Atended a las aves del Cielo: ellas ni siembran, ni siegan, ni tienen cosecha; no trabajan, ni hilan; y sin embargo vuestro Padre Celestial las mantiene, y viste» (Mt 6,26 y ss). ¡Dichosos vosotros animalitos, dichosas, y felices vosotras flores del campo: dichosas una y mil veces, si conocéis vuestra felicidad! Dichosas, porque vuestro Padre Celestial cuida de vosotras; y porque todo cuanto tenéis lo recibís de su mano inmediatamente. Pero por lo que hace a nosotros, nuestro pecado nos tiene sujetos a mil trabajos: trabajemos, pues, para ganar la comida; el trabajo es el castigo más justo, que ha impuesto Dios a nuestro pecado: trabajemos con espíritu penitente; pero pongamos en manos de Dios el suceso de nuestro trabajo.

«Hombres de poca fe, vuestro Padre sabe, que necesitáis de estas cosas». ¿Dudáis, que no conoce lo que os hace falta? El os ha criado. ¿Creéis que no quiere proveer vuestras necesidades? Os lo ha prometido; os ha dado el ser, aunque no os la ha prometido; ¿y os negará lo que os ha prometido después de haberos criado? «No os inquietéis por estas cosas».

Considerad como crecéis, y como se alimenta vuestro cuerpo. «¿Podéis añadir un codo a vuestra estatura?» (Mt 6,27). (…)  ¿Por qué dudáis de que os, dará todo lo que conviene a vuestro cuerpo? Descansad sobre su Omnipotencia, y su Bondad.

A estas palabras de San Mateo: «No os inquietéis», añade San Lucas: “No estéis como colgados en el aire”: como en peligro de caer, agitados, y azorados, porque esta es lo que produce la inquietud. No estéis como suspendidos, sino apoyaos sólidamente en la Divina Providencia".

Fuente: "Meditaciones sobre el Evangelio", Jacobo Benigno Bossuet, Tomo Primero, 1770, Dia XXX - [Negrillas son nuestras] / Licencia imagen: cocoparisienne - CC0 Public Domain

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