De las bodas que hizo un Rey a su hijo - La Fe Cristiana

De las bodas que hizo un Rey a su hijo



"1. Semejante es el reino de los cielos a un rey, que hizo las bodas de su hijo, y envió a sus criados a llamar a los convidados a las bodas. Considera, que como explican san Gregorio; y Orígenes, el rey es Dios Padre, el esposo es Jesucristo su hijo, la boda es la unión del Verbo con la humanidad hipostáticamente y por gracia con el alma; el parto y prole son las santas obras; el banquete nupcial es la doctrina evangélica, los sacramentos, especialmente la Eucaristía, en que se da el mismo Cristo fuente de toda gracia; y los ejemplos de los mártires,y confesores. Mira y admira la infinita liberalidad divina, que si bien niega a tantos los bienes caducos, que solo sirven de embarazo y daño para las almas; les franquea a todos los verdaderos y soberanos bienes de la gracia sin tasa, hasta dárseles a sí mismo. Dale gracias con devoto agradecimiento por tan estupenda dignación. Aprecia los solos verdaderos bienes de gracia, y de la comunicación interior con Cristo tu esposo. Aplícate con todas tus fuerzas a disfrutar tan oportuna ocasión de crecer de día en día en espíritu, y amorosa unión con Cristo.

2. Dijo el rey a sus criados: el banquete nupcial está preparado; más los que fueron convidados no han sido dignos. Considera, que esta parábola expresa lo que de ordinario sucede; que de los llamados por Cristo a la participación de los bienes de gracia, y a la perfección cristiana, son muchos los que después de años no se hallan dignos; porque no hicieron el debido aprecio de la vocación y dones de Cristo; y tuvieron en mas la falsa libertad delos sentidos, el arrimo a su juicio sin quererse dejar guiar, el seguir su propia voluntad e inclinación, y hacer con negligencia los actos de piedad y devoción. ¡O gran desgracia, que por cosas tan viles se pierdan cosas tan preciosas! A esto deben hacer más reflexión los que viven consagrados a Dios en religión o congregación; que obligados a la perfección, hecho lo más, y dejado el mundo por gustillos y libertades, pierden el espíritu de su vocación: mas por justo castigo de Dios, ni gozan de la comunicación con Dios, ni pueden satisfacer sus apetitos. Oigan lo del devoto Kempis: El religioso negligente y tibio, tiene tribulación sobre tribulación, y de todas partes padece angustias; porque carece dela interior consolación, y se le prohíbe buscar la exterior. Examínate, para ver si eres uno de estos necios; y por la verdadera abnegación aprecia, y cuida solo de los bienes espirituales, con que te librarás de tribulaciones y angustias, y gozarás de la paz de los verdaderos siervos de Dios.

3. Dijo el rey a un convidado: amigo, ¿cómo has entrado aquí no teniendo vestido nupcial? Y este no tuvo que responder. Entonces dijo el rey a los ministros: atado de pies y manos echadlo a las tinieblas exteriores. Considera, que como dice san Jerónimo, el rey a este le llamó amigo, porque era de los llamados al convite de los bienes espirituales; y sin embargo le mandó echar a las tinieblas exteriores, esto es, al infierno; para que entiendas, que no es difícil de suceder, que el que es llamado a la perfección, pare a la eterna condenación. Acuérdate que en el camino de Dios, el no ir adelante es volver atrás ; y tanto se puede retroceder de faltas en faltas con tibieza, que poco a poco baje el alma a la total frialdad de la culpa mortal. Aquellos, dice Kempis, cuyas obras parecían loables, cayeron al profundo; y a los que comían pan de ángeles, vi deleitarse con las bellotas de los puercos. Entra y vive en justo temor, y este te haga mas diligente para escusar faltillas, y anhelar siempre a lo mas perfecto; que así conservarás limpia la vestidura nupcial, y vivirás lejos del peligro de ser excluido de las bodas del cordero de Dios."

Fuente: Manual de Piadosas Meditaciones", elaborado por la casa de la Congregación de la Misión San Vicente de Paul en Barcelona. 1833 / Imagen: An etching by Jan Luyken illustrating Matthew 22:11-14 [Negrillas son nuestras.]

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