"Dad gloria a vuestro Dios, y Señor, antes que anochezca, y antes que entréis en los montes oscuros, y tenebrosos" (Jr 13:16)" (Lc 21,36)
"Lo que significa dar gloria a Dios (...) es reconocer nuestra culpa, aborrecerla, llorarla, confesarla, y hacer finalmente la debida penitencia. Porque entonces le volvemos a Dios aquella honra que le quitamos, mientras le ofendidos con el pensamiento, palabra, y obras cuando con el pensamiento, palabra, y obra, protestamos lo mal que hicimos en ofenderle. Al pensamiento pertenece examinarnos, arrepentirnos, y hacer propósitos de enmienda. A la palabra, confesar los pecados con humildad y con distinción. A la obra, cumplir las penitencias que se nos imponen, sean medicinales o satisfactorias. (...)
"Considera, como quiere Dios, que esta honra se la volvamos luego, y sin ninguna tardanza. Quiere que esto sea antes que anochezca. ¿Piensas que eso quiere decir, antes que la muerte venga? Te engañas. Quiere decir, cuanto antes después del pecado. Porque si dilatas el hacer una buena confesión, luego verás las oscuridad, y la noche en tu alma: aquel pecado que al principio te parecía un mal tan grande, que te causaba tanto honor, y te llevara tan melancólico, y pensativo poco a poco lo iras despreciando, y perdiéndole el miedo. (...) Presto, presto a confesarte, arrepentirte, y dejar el pecado, antes que anochezca, y se cubra de tinieblas tu pobre alma. (...)
"Considera, que los montes espesos, y sombríos, o caliginosos, son puntualmente donde tienen su guarida los salteadores. Mira, pues, que otra necedad la de aquellos, que dilatan la penitencia para la hora de la muerte; pues aguardan a poner a salvo su alma, cuando puntualmente son innumerables los que la están aguardando en aquel paso para llevársela. ¡O cuanta fuerza tendrán tus enemigos infernales entre las espesura de aquellas dificultades (...)!
"Mira, pues, lo mal que te estará dilatar la penitencia, y darle a Dios esa gloria de tu confesión para tan tarde. Ruégale, que te conceda llorar cuanto antes todos tus pecados; y procura ir allanado con tiempo aquellos montes de dificultades, que habrás de pasar cuando murieres"
Fuente: "Maná del Alma o Exercicio fácil y provechoso para quien desea darse de algún modo a la Oración" Parte 1, Febrero, Día XXVII, año 1702, Padre Paolo Segneri / Imagen: skeeze