No Juzgar al Prójimo - La Fe Cristiana

No Juzgar al Prójimo



En esta carta escrita por Johannes Justus Lansperger, monje de la Cartuja de Colonia, en forma de coloquio entre nuestro Redentor Jesucristo y el Alma, hace referencia al deber de no juzgar al prójimo; y señala al respecto lo siguiente: "No sientas mal de nadie, y si algo vieres de malo, piensa que ha sido disposición mía, el permitir que aquel cayese en ello, para su mayor humildad y aprovechamiento, y así no debes juzgarle ni despreciarle, sino, gemir y dolerte de tu ingratitud, conociendo que mi gracia es la que a ti te conserva, la cual si te faltase, caerías mas miserablemente que ninguno de los demás. Y así di: «Si este hubiese recibido la gracia que a mí se me concede, serviría al Señor con más fervor, y le sería más agradecido que yo». Y piensa, que tocándole yo, muy presto se corregirá, que está ya corregido, y por ventura es más santo y justo que los que le juzgan.

Y así cuando vieres que no sientes bien de tu prójimo, atribúyelo a tu temeridad, y reprehéndete por ello gravemente. Mira que debajo la capa de celo se esconde muchas veces el rencor y odio, el desabrimiento y la envidia, y lo conocerás en que cuando hay algo, no solamente querrías reprehender los defectos, pero aun las virtudes; y lo que es bueno, se te figura malo, porque la vista del entendimiento está turbada con la pasión, y así cuando estás con ira, guárdate de corregir, ni hablar, ni oír hablar de los defectos de aquel contra, quien estás enojada, y mira no le lastimes, ni contristes por entonces con alguna palabra, o con alguna señal, ni le digas algo mientras persevera en ti el descontento y amargura, y el celo inquieto contra él, y que sientes deseos de que los demás noten su defecto, porque en esto no hay celo de verdadera caridad, ni recta y sencilla intención, pues si la hubiese, tendrías compasión de tu hermano, y procurarías excusar y sufrir su defecto, para que los otros no le viesen.

Y si la culpa fuese muy grande, le corregirías en secreto con gran dolor de tu corazón, y rogarías por él con un corazón lleno de caridad y compasión. Hija mía, piensa en tus defectos, y en lo que te falta para ser digna esposa mía, y hazte sorda, muda y ciega para los defectos de los otros. Todo esto lo digo cuando el oficio no te obliga a mirar por los otros, y corregirlos; ni la obligación del precepto de la corrección fraterna te estrecha a ello. Piensa cual estaría una doncella honesta y vergonzosa delante de un rey, de quien supiese que había puesto los ojos en ella; y así considera como siempre, y en todo lugar estoy yo presente, y te estoy mirando. Mira pues con que modestia, y con cuanta inocencia y reverencia debes estar delante de mí, que veo todos tus pensamientos, los deseos de tu corazón, tus intenciones, y cuanto hablas y haces.

No te atrevas pues a hacer delante de mis ojos, lo que no harías delante de alguna persona de mucho respeto y santidad. Anda siempre delante de mí, y procura sentir mi presencia, y guárdame reverencia en todo lugar, y no trates ni pienses sino lo que sintieres que me agrada, y lo que te ayude para más amarme, y reverenciarme.

Tu paz no ha de estar en la boca de los hombres, ni en que no tengas quien te contradiga, sino en la buena conciencia, y en mí. Debes mortificar el deseo desordenado que en ti sientes, de que los otros te amen y estimen. Deja a los hombres que son hombres, y sea todo tu cuidado el procurar como amándome a mí, puedas ser digna de que yo te ame. Vive con justicia acerca de tu prójimo, y ámale en mí, pero si te ama o no, eso déjamelo a mí, y huye toda familiaridad, en especial de mujeres, si eres hombre, o de hombres si eres mujer. Si tuvieses tanto cuidado de agradarme a mí, cuanto tienes de no desagradar a los hombres, tendrías mayor alegría y gozo en tu conciencia, que si todo el mundo buscase y desease tu amistad".

Fuente: "Carta o Coloquio interior de Cristo nuestro redentor al alma devota", Johannes Justus Lansperger [monje de la Cartuja de Colonia], 2a Edición, 1827 - [Negrillas son nuestras] / Licencia imagen: Cartoon in "The Mascot", New Orleans weekly newspaper, 2 February 1895 - CC0 Public Domain

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