El sacerdote Gabriele Amorth, reconocido exorcista, habla sobre la existencia del demonio. Señala que en cada Diócesis se deben nombrar exorcistas para atender a las diferentes personas. Manifiesta que normalmente la persona no se libera sólo con una oración de exorcismo. Recuerda la importancia de la oración y del ayuno para expulsar a algunos demonios. Resalta la necesidad que la persona interesada, como sus familiares y grupos de oración oren por esa liberación. Sobre la existencia del demonio, indica que este ángel caÃdo, actúa de forma ordinaria (tentando a las personas al pecado) y de manera extraordinaria (con diferentes sufrimientos fÃsicos causados por Satanás externamente, la posesión diabólica, la vejación diabólica, la obsesión diabólica, las infestaciones diabólicas). Dice el padre Amorth que cuando decae la Fe se aumenta la superstición en la que caen muchas personas. Señala que el demonio puede influir sobre una persona y también a grupos y poblaciones enteras. Manifiesta que podemos resistir y vencerle con una fuerte fe.
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. ReprÃmale Dios, pedimos suplicantes, y tú PrÃncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espÃritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.